Hoy empezamos la Cuaresma a través de la imposición de las cenizas...
No es un tiempo triste, sino más bien meditativo y recogido.
La Cuaresma es una pregunta que entra en nuestro corazón: ¿Estoy buscando a Dios?... ¿A quién estoy buscando?
La Cuaresma es un camino que todo hombre y toda mujer tenemos que recorrer, lo tenemos que caminar... Tenemos que aprender a entrar en nuestro corazón, purificarlo y cuestionarnos sobre a quién estamos buscando.
El camino de Cuaresma va a ser purificar el corazón, quitar de él todo lo que nos aparta de Dios, todo aquello que nos hace más incomprensivos con los demás, quitar todos nuestros miedos... Y el fin de nuestro camino: Tener hambre de Dios, buscarlo en lo profundo de nosotros mismos con gran sencillez.
La Cuaresma es un tiempo de Gracia, que a través de la Oración, nos permite encontrarnos con Dios...